Estamos rodeados de mucha gente, todos están concentrados en sus cosas, incluso tú; yo también estoy distraída con algo, pero mis pensamientos me hacen divagar y terminan llevándome a pensar en ti; busco tus ojos entre la multitud, por alguna extraña razón descubro que también buscabas los míos. Sostenemos la mirada por un rato y mi mente formula un montón de preguntas: ¿Qué ves en mis ojos? ¿Ves algo de lo que siento por ti? ¿Descifras lo que mis ojos gritan? ¿Por qué no me atrevo a decírtelo? ¿Qué dicen tus ojos? ¿Por qué tu mirada logra que mis piernas se vuelvan gelatina? son tantas preguntas, que no sé como manifestar en voz alta. Mi corazón late a mil por hora, siento mis mejillas sonrojarse, alguien me habla y rompo el contacto visual; respondo, converso, como si nada pasara, como si no estuvieras presente en mis pensamientos. Cuando me dejan desocupada, vuelvo a buscar tu mirada, no la encuentro, pero te veo distraído, sonriendo, hablando de algo...