Son tantas cosas las que quiero decir, pero son pocas las palabras que vienen a mi mente. Estoy tranquila, aunque la tormenta siga fuerte, no sé cuando dejará de llover, quizás mañana o tal vez no. Pero estoy aprendiendo a caminar con ella, tal vez nunca escampe, pero no por eso dejaré de vivir, pronto saldrá el arcoiris y la luz del sol se reflejará en los charcos que la tormenta dejó y si no, pues ya más nunca sufriré de calor.