Recuerdo el día que me invadió la soledad,
el día en que dejé todo atrás.
Cayó sobre mí como una loza,
intenté alejarla, gritando, llorando,
pero todo fue en vano.
No conocía hasta entonces el vacío,
me sentí abandonada,
perdida en este mundo inmenso, inhóspito.
Lejos, sin rumbo, olvidada,
quise librarme de ella
antes que me ahogara, me aplastara, me extinguiera,
tiré con más fuerza
y arrancándola de mí, la arroje al vacío de donde había salido.
Si, me había arrancado La Soledad..
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