Llueve muy fuerte afuera, veo las gotas de lluvia resbalar por mi ventana; hoy no me trae recuerdos tristes, si no de esos divertidos, de la inocencia...esos cuando corría bajo la lluvia para buscar un refugio y cuando simplemente disfrutaba del agua correr por mi cara.... Recuerdo muchas veces haber llegado empapada a casa y aquel regaño con el que me recibía mamá, porque pude enfermarme, pero luego de que me quitara la ropa mojada y me bañara, tenía un té con un atamel esperándome sobre la mesa: - Tomate eso, no vayas a resfriarte.
Recuerdo estar en casa de mi prima y la lluvia cayendo a raudales, pedimos permiso para bañarnos y lo hicimos en nuestros traje de baños, jugamos, corrimos y hasta nos deslizamos, cuando uno es pequeño solo se limita disfrutar del momento... nos daba igual si luego nos resfriábamos.
Creo que la última vez que disfruté de la lluvia, fue mientras esperaba para un concierto, oh que bonito recuerdo, lástima que hoy no pueda repetirse.
Hoy no puedo salir y correr bajo la lluvia, mis defensas aún estan bajas, si salgo y me mojo puedo recaer en una bronquitis... Que difícil son las cosas cuando uno crece... Quisiera volver a tener once años y jugar bajo la lluvia, empaparme de agua y de alegría, que la lluvia acobije mi corazón que no solía tener ninguna herida.
Sí comencé escribir con felicidad y termino el escrito lleno de melancolía, well que más da, espero querido lector si es que existes, que no te contagies de mi melancolía, corre y báñate por mí en la lluvia...
Andre que lindo aunque melancolico relato y creeme no eres la unica que añora esos dias de infancia en donde nuestra unica preocupacion era pasarla bien... y si tienes razon, termine melancolica al terminar de leer tu post.
ResponderEliminarBesitos y cuidate.