Cuándo la melancolía ataca, aparece de la nada, no te llama ni te avisa con antelación que va a venir y cuando llega puede ponerte triste de un segundo a ootro, llenando tú cabeza de preguntas como: ¿Qué estás haciendo con tú vida? ¿Eres feliz? ¿Qué pasó con lo que querías a esta edad? Que más que preguntas son frustraciones que no tienes la suficiente valentía para enfrentarlas y sí no son esas interrogantes, viene y te llena la cabeza con imágenes de un pasado feliz que extrañas y añoras y terminas con tú "estable" mundo por decirlo de alguna manera, vuelto de cabeza, deseando tener cinco años y que tú papá se acueste contigo hasta que te quedes dormida y que al día siguiente fuese cómo sí nunca hubiese pasado nada. Pero en la vida adulta no hay un papá que se quedé contigo, ni un cálido abrazo antes de dormir y sí los problemas de hoy seguirán estando allí mañana hasta que puedan resolverse. ¡Estúpida Melaconlia! Realmente no disfruto tú compañía. ¡Vete lejos y no vuelvas sin avisar que nos brindaras tú compañía!
Cuándo leí por primera vez: Las Ventajas de ser Invisible, no entendí muy bien el trasfondo de la frase: "Aceptamos el amor que creemos merecer" , pero con los años ha comenzado a tener más sentido y es que a veces nos conformamos con un amor a medias y cuándo hablo de amor, no me refiero a un amor sólo romántico, permitimos que las personas jueguen con nosotros, nos manipulen, nos hagan sentir inferiores y lo toleramos solo por el miedo a quedarnos solos y no, eso no es el amor que nos merecemos, es un amor que no deberíamos permitirnos. Creo que para dejar atrás esa conducta, primero deberíamos trabajar en nuestro amor propio, entendernos, aceptarnos con nuestras virtudes, fortalezas, debilidades, que nos demos cuenta de lo valiosos que somos y que entendamos que nos merecemos muchísimo más que un amor a medias, nos merecemos a alguien que esté, que nos apoye, que crea en nosotros, que nos ayude a ser mejores y que nos ame con todo su ser y no conformarnos con ...
Comentarios
Publicar un comentario