En el frío de mí cuarto, observo el techo blanco sin formas abstractas que me distraigan, aún así siempre me quedo absorta viéndolo, bajo la mirada hacia las paredes, me encuentro con nuestra foto, aquella que nos tomamos hace ya bastante tiempo, cuándo no podiamos vivir el uno sin el otro, ese tiempo dónde sí no sabía nada de ti, sentía que me moría, que me faltaba algo, no sé si tú eras igual conmigo. Me percato de que no me había dado cuenta del momento en que las cosas cambiaron, de que ya no te necesito como solía hacerlo, aprendí a vivir sin ti. Y sí no te he olvidado, por algo aún conservo nuestra foto, tus cartas, tus regalos... No niego que te extraño, porque realmente lo hago, te extraño más de lo que me gustaría, pero no me atrevo a reintentar que todo vuelva a ser como antes; me gusta lo fuerte e independiente que soy, es genial cuándo uno aprende a ser autosuficiente en muchos aspectos de la vida. Me quedo con nuestros buenos recuerdos y con los que quizás o no tendremos...
Cuándo leí por primera vez: Las Ventajas de ser Invisible, no entendí muy bien el trasfondo de la frase: "Aceptamos el amor que creemos merecer" , pero con los años ha comenzado a tener más sentido y es que a veces nos conformamos con un amor a medias y cuándo hablo de amor, no me refiero a un amor sólo romántico, permitimos que las personas jueguen con nosotros, nos manipulen, nos hagan sentir inferiores y lo toleramos solo por el miedo a quedarnos solos y no, eso no es el amor que nos merecemos, es un amor que no deberíamos permitirnos. Creo que para dejar atrás esa conducta, primero deberíamos trabajar en nuestro amor propio, entendernos, aceptarnos con nuestras virtudes, fortalezas, debilidades, que nos demos cuenta de lo valiosos que somos y que entendamos que nos merecemos muchísimo más que un amor a medias, nos merecemos a alguien que esté, que nos apoye, que crea en nosotros, que nos ayude a ser mejores y que nos ame con todo su ser y no conformarnos con ...
Comentarios
Publicar un comentario