Ir al contenido principal

Y al final, solo queda aceptar...

Llega un momento en te das cuenta de que las cosas cambiaron tanto que no viste el momento en el que paso y entonces te sientas y piensas ¿Qué es esta situación? 
Gente que te importaba de la noche a la mañana se fue y sabes que aunque no es la primera vez que te pasa aún te duele, porque tienes esa sensación de que hay algo ahí dentro de ti que está mal contigo y no tienes ni la menor idea de lo que pueda ser. Sino, ¿Cómo te explicas que siempre te pase lo mismo?
Descubres cosas que siempre supiste que eran verdad y terminas molesto contigo mismo. Y entonces te viene ese sentimiento feo que es la rabia, que te dice que debes hacer el daño que te hacen porque solo así sabrán lo que se siente, pero no lo haces porque estaría mal y porque sabes lo que se siente y no quieres que alguien más lo sienta, porque siempre intentas no hacer las cosas que no te gusta que te hagan, aunque al final siempre te las hagan a ti.
Comienzas a buscar preguntas por todos lados y no las consigues. Terminas en un laberinto del que no logras encontrar la salida. Persistes y persistes hasta que sales, aunque sin la respuesta que querías. Sabes que no te queda mas remedio que aceptar las cosas que pasaron.
Sin embargo deseas que te hubieran dicho tu error a ver si en tus manos estaba enmendarlo y si no se podía, al menos escuchar un adiós porque así sabes que se terminó. 
El tiempo te hace entender que de todo eso aprendes, te hace más fuerte. Y le pides que te de paciencia para seguir con la frente en alto, que tu corazón siga aguantando para que el dolor no lo ciegue y lo llene de odio para quede bastante espacio para seguir amando. También quieres pedirle al mundo que siempre sea sincero contigo y aunque no sabes si de verdad lo hará porque en tus manos no está el saber eso, tu siempre puedes serlo. 





Comentarios

Entradas populares de este blog

Solo Dios sabe cuanto te extraño

Prometiste que nunca te irías… No cumpliste tu palabra y me dejaste vacía… No encuentro las palabras para expresar el dolor que siento… ¿Sabes? Pensé que siempre estarías conmigo, en mis alegrías y en mis tristezas… Pero no, te fuiste y yo sigo aquí preguntándome ¿Por qué lo hiciste? Sé que no es tu culpa, pero me hubiera gustado pasar más tiempo a tu lado, que vieras mis sueños realizados… que me abrazaras fuerte cuando fracasara y aun mas fuerte cuando lograra algo. A veces cuando suena el teléfono, aun tengo la esperanza de que seas tú… eras el único que velaba por mi bienestar… el que siempre estaba  pendiente hasta de lo más mínimo… pero hoy no estás aquí físicamente… Quisiera poder volar hacia dónde estás, darte un abrazo, un beso, decirte lo mucho que te quiero, lo mucho que me haces falta… lo mucho que deseo que estés aquí… pero no me queda nada si no recordar todos los buenos momentos que pasamos juntos… Siempre estás aquí, dentro de mis pensamientos y mi corazón… ojal

¿Aceptamos el amor que creemos merecer?

Cuándo leí por primera vez:  Las Ventajas de ser Invisible, no entendí muy bien el trasfondo de la frase: "Aceptamos el amor que creemos merecer" , pero con los años ha comenzado a tener más sentido y es que a veces nos conformamos con un amor a medias y cuándo hablo de amor, no me refiero a un amor sólo romántico, permitimos que las personas jueguen con nosotros, nos manipulen, nos hagan sentir inferiores y lo toleramos solo por el miedo a quedarnos solos y no, eso no es el amor que nos merecemos, es un amor que no deberíamos permitirnos. Creo que para dejar atrás esa conducta, primero deberíamos trabajar en nuestro amor propio, entendernos, aceptarnos con nuestras virtudes, fortalezas, debilidades, que nos demos cuenta de lo valiosos que somos y que entendamos que nos merecemos muchísimo más que un amor a medias, nos merecemos a alguien que esté, que nos apoye, que crea en nosotros, que nos ayude a ser mejores y que nos ame con todo su ser y no conformarnos con &q

Cuando hablo de amor..

No hablo de estar enamorado cuando hablo de amor, no hablo de sexo cuando hablo de amor, no hablo de emociones que sólo existen en los libros, no hablo de placeres reservados para los exquisitos. No hablo de grandes cosas. Hablo de una emoción capaz de ser vivida por cualquiera, hablo de sentimientos simples y verdaderos, hablo de vivencias trascendentes pero no sobrehumanas, hablo del amor tan sólo como querer mucho a alguien. Pero, ¿qué estamos diciendo cuando decimos “Te quiero” ? Yo creo que decimos: “Me importa tu bienestar”. Nada más, ni nada menos. Cuando quiero a alguien, me doy cuenta de la importancia que tiene para mí lo que hace, lo que le gusta y lo que le duele. “Te quiero” significa, pues, me  importa de ti; y “te amo” significa me importa muchísimo. Y tanto me importa que, cuando te amo, a veces priorizo tu bienestar por encima de otras cosas que también son importantes para mí. Esta definición conducirá a la plena conciencia de dos hechos: no es verd