Ir al contenido principal

Come Back, be here...


Son las cuatro de la mañana, hace frío, veo como las gotas de lluvia resbalan por mi ventana, estoy abrazada a mi almohada, deseando que fueras tú, quisiera dormir pero lo único que hago es pensar en ti y en todo aquello que vivimos antes de que tuvieras que partir lejos de aquí; creo que no pasamos el tiempo suficiente juntos. Quisiera no poder recordar, pero los recuerdos se repiten a una velocidad increíble dentro de mi cabeza; desde el día en que te conocí, hasta el día que te vi marchar en aquel avión.

Recuerdo que la primera vez que te vi era una noche lluviosa, salías de un café al que yo iba entrar para resguardarme un poquito del frío, pero te encontrabas tan distraído que no te fijaste que estaba entrando y chocaste conmigo, nos dimos un fuerte cabezazo, formulamos una disculpa al mismo tiempo y nuestros ojos se encontraron, me sonreíste y hubo algo en tu sonrisa que me hizo sonreír también. Pensé que seguirías tu camino luego de disculparte, pero en vez de eso me invitaste un café y te quedaste hablando conmigo acerca de trivialidades, el clima, chocolate, libros, música y otro montón de cosas; dejo de llover y no quería irme, estaba haciendo mucho frío, me ofreciste tu chaqueta y acompañarme hasta mi casa, acepte y caminamos tomados de la mano, cuando llegamos intenté darte tu chaqueta pero me dijiste que me la quedara porque eso te daba una excusa para poder volver a verme, te despediste con un beso en la mejilla y yo me quede muy feliz deseando volver a verte.

El tiempo paso y nos convertimos en los mejores amigos, hacíamos todo juntos, salíamos a bailar, a pasear, ver la luna las estrellas; recuerdo una vez que fuimos a una playa donde hicimos un picnik, nadamos, chapoteamos y nos quedamos observando el atardecer, la noche, el crepúsculo y luego el amanecer, que fue el mas bonito que pude ver y el más especial porque me pediste que me convirtiera en tu novia, te dije que sí con una sonrisota en mis labios, tú colocaste tus manos sobre mi cintura y acomodaste mis brazos alrededor de tu cuello, acercaste tus labios a los míos, rozándolos suavemente, eso se sintió muy bien y luego me besaste de verdad, nos besamos hasta que nos quedamos sin aliento, el momento fue mágico y perfecto, te juro que si hubiera tenido el poder de congelar el tiempo, lo hubiera hecho justo en ese momento. Nos quedamos abrazados hasta que termino de salir el sol y nos fuimos. Desde ese día nos convertimos en inseparables, tu eras mi felicidad y yo era la tuya, hasta que...



....Hasta que tu padre decidió mudarse del país y llevarte con él, me acuerdo que no sabías como decírmelo  actuabas de manera extraña días antes de soltarme la bomba; cuando por fin decidiste contármelo, te grité y te dije de todo, tu solo asentías, entendías mi dolor, porque era el mismo que el tuyo, intentaste abrazarme y yo me fui corriendo, me alcanzaste y lloraste conmigo, quería golpearte, aunque eso no iba cambiar nada, me rendí y deje que me abrazaras fuerte, me dijiste que me amabas y que a donde quiera que fueras iba ser así. 

Luego de eso, tuvimos pocos días juntos, pero me asegure de que fueran inolvidables; cuando el día de irte llegó te acompañé al aeropuerto, fue una despedida larga y triste, te bese como nunca antes te había besado,  diciéndote con ese beso, que te iba a extrañar y que te amaba demasiado. Te subiste en el avión y muchas lagrimas rodaron por mis mejillas, no pude evitar desear irme contigo.

Mi vida nunca volvió a ser la misma desde ese entonces, cada vez que llueve todos los recuerdos vienen, no se donde estas hoy, si en Londrés, Paris, Nueva York, quizás hasta estés en Japón; solo sé que quiero que vuelvas que estés aquí, que no te vuelvas a ir y que te quedes siempre conmigo, porque te extraño demasiado, siento que estoy cayendo en pozo profundo del que me da miedo no salir; te amo y te necesito horriblemente y solo se que no quiero seguir necesitándote.

Aún sigo esperando que vuelvas, que un taxi te traiga hasta mí y te juro que si pasa, esta vez no se como ni cuando, pero haré que te quedes conmigo o me iré contigo, porque tu eres mi felicidad y se que donde quiera que estés sigo siendo la tuya.

Fin

Andre

Historia inspirada en la canción Come back be here by Taylor Swift

Comentarios

  1. Leí, leí y leí y creí que pudiera ser una experiencia personal...que bonito plasmaste la historia como inspiración, bonita musa! bonita historia!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Solo Dios sabe cuanto te extraño

Prometiste que nunca te irías… No cumpliste tu palabra y me dejaste vacía… No encuentro las palabras para expresar el dolor que siento… ¿Sabes? Pensé que siempre estarías conmigo, en mis alegrías y en mis tristezas… Pero no, te fuiste y yo sigo aquí preguntándome ¿Por qué lo hiciste? Sé que no es tu culpa, pero me hubiera gustado pasar más tiempo a tu lado, que vieras mis sueños realizados… que me abrazaras fuerte cuando fracasara y aun mas fuerte cuando lograra algo. A veces cuando suena el teléfono, aun tengo la esperanza de que seas tú… eras el único que velaba por mi bienestar… el que siempre estaba  pendiente hasta de lo más mínimo… pero hoy no estás aquí físicamente… Quisiera poder volar hacia dónde estás, darte un abrazo, un beso, decirte lo mucho que te quiero, lo mucho que me haces falta… lo mucho que deseo que estés aquí… pero no me queda nada si no recordar todos los buenos momentos que pasamos juntos… Siempre estás aquí, dentro de mis pensamientos y mi corazón… ojal

¿Aceptamos el amor que creemos merecer?

Cuándo leí por primera vez:  Las Ventajas de ser Invisible, no entendí muy bien el trasfondo de la frase: "Aceptamos el amor que creemos merecer" , pero con los años ha comenzado a tener más sentido y es que a veces nos conformamos con un amor a medias y cuándo hablo de amor, no me refiero a un amor sólo romántico, permitimos que las personas jueguen con nosotros, nos manipulen, nos hagan sentir inferiores y lo toleramos solo por el miedo a quedarnos solos y no, eso no es el amor que nos merecemos, es un amor que no deberíamos permitirnos. Creo que para dejar atrás esa conducta, primero deberíamos trabajar en nuestro amor propio, entendernos, aceptarnos con nuestras virtudes, fortalezas, debilidades, que nos demos cuenta de lo valiosos que somos y que entendamos que nos merecemos muchísimo más que un amor a medias, nos merecemos a alguien que esté, que nos apoye, que crea en nosotros, que nos ayude a ser mejores y que nos ame con todo su ser y no conformarnos con &q

Cuando hablo de amor..

No hablo de estar enamorado cuando hablo de amor, no hablo de sexo cuando hablo de amor, no hablo de emociones que sólo existen en los libros, no hablo de placeres reservados para los exquisitos. No hablo de grandes cosas. Hablo de una emoción capaz de ser vivida por cualquiera, hablo de sentimientos simples y verdaderos, hablo de vivencias trascendentes pero no sobrehumanas, hablo del amor tan sólo como querer mucho a alguien. Pero, ¿qué estamos diciendo cuando decimos “Te quiero” ? Yo creo que decimos: “Me importa tu bienestar”. Nada más, ni nada menos. Cuando quiero a alguien, me doy cuenta de la importancia que tiene para mí lo que hace, lo que le gusta y lo que le duele. “Te quiero” significa, pues, me  importa de ti; y “te amo” significa me importa muchísimo. Y tanto me importa que, cuando te amo, a veces priorizo tu bienestar por encima de otras cosas que también son importantes para mí. Esta definición conducirá a la plena conciencia de dos hechos: no es verd